Conocido y asumido popularmente, el Ayuntamiento de la capital lo institucionalizó en marzo de 1978, siendo alcalde Óscar Rodríguez Cardet
Ni el autor de la letra, el abogado y periodista leonés José Pinto Maestro (1893-1952), ni el compositor de la música, Odón Alonso (1900-1977), llegaron a ver cómo el Himno a León se convertía en el himno oficial de la ciudad poco después de fallecer el músico bañezano. Tuvieron que pasar más 44 años desde su estreno -y de la dedicatoria que ambos hicieron del mismo tanto al Consistorio como a la Diputación- para que el Ayuntamiento de la capital lo adoptara como propio.
El pleno celebrado el 16 de marzo de 1978, siendo alcalde Óscar Rodríguez Cardet, reconoció institucionalmente el mérito de una composición asumida y popularizada mucho tiempo atrás, a la que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) dio el lunes 10 de abril el reconocimiento formal -en el ámbito municipal- que los leoneses le otorgaron casi medio siglo atrás.
El estreno tuvo lugar en julio de 1934 durante la celebración del quinto centenario de las Justas de Suero de Quiñones de Hospital de Órbigo, y la interpretación corrió a cargo del Orfeón Leonés. Odón Alonso fundó en 1941 la Banda Municipal de León, que lo adaptó con los arreglos correspondientes, y propició su presencia en actos y celebraciones. Es la banda sonora de todo tipo de eventos en tierras leonesas y traspasa fronteras para servir de recuerdo y exaltación ‘del amor al terruño’ en cualquier punto del planeta.
La puesta de largo del himno ya oficial de León tuvo lugar el 1 de octubre de 1978 en la plaza del Grano, tras la llegada de los carros engalanados que festejaban a San Froilán. El Orfeón Leonés, dirigido por Luis Samartino, acompañado de la banda de música, lo interpretó. También lo grabó la orquesta y coros de RTVE dirigidos por Odón Alonso, hijo del autor de la música, para favorecer su difusión.
Pero el himno que arranca con un rotundo ‘Sin León no hubiera España’ y que llegó para quedarse pudo haber sido otro. Según se explica en ‘protocolo.org’, en 1903, con motivo del segundo centenario del Padre Isla, el Ayuntamiento anunció la convocatoria de un premio dotado con 125 pesetas para disponer de la música de un himno leonés. Al parecer, la convocatoria fue cancelada, aún cuando ya existía una letra preparada, obra de Benito Blanco.
Las mismas fuentes señalan que dos sacerdotes, Uriarte y Zorita, habrían compuesto la letra y música de una Marcha de la Ciudad que entregaron al Ayuntamiento y que se dio por recibida en enero de 1940 y otra propuesta de Salvador Ibarra llegó cinco años y medio después sin que tampoco fructificase su adopción.
Trompeta y tambor
La ciudad de León no aprobó como oficial un himno hasta 1978 pero la música como símbolo de identificación de la misma estuvo presente desde varios siglos antes. Así, en el siglo XVI ya se citaba como “antigua” la existencia de una marcha o diana de caballería que se interpretaba con trompeta y tambor en la fiesta de la Virgen de agosto. Otras muchas marchas pudieron sonar después hasta la llegada de la que ‘hace asomar a los labios el corazón para gritar’: ‘Viva León, Viva León!’.