FELIZ DÍA DE SANTA CECILIA

Cecilia o Caecilia había sido una joven virgen de noble familia romana, que fue dada como esposa para un pagano de nombre Valerio o Valeriano. Tras el matrimonio, ella se resistió a entregarle su castidad argumentando que la había ofrecido al Dios de los cristianos, y que un ángel resguardaba el cumplimiento de este sacrificio, pudiendo ser peligroso para él violar esta restricción. Intrigado, el marido exigió ver al ángel prometiendo que respetaría su petición. Ella accedió pero advirtiéndole que sólo podría suceder si tomaba primero el bautismo y aceptaba al Dios cristiano, y así concertó un encuentro con el Papa Urbano I (222 a 230 después de Cristo). El pontífice bautizó a Valeriano y a su hermano Tiburcio, quien lo acompañaba decidiendo entregarse espontáneamente a la fe de Cristo. La reunión habría tenido lugar en la tercera piedra miliarium de la Via Appia.

La noticia de la conversión de ambos hermanos y de sus obras cristianas llegó a oídos del Prefecto Turcio Almaquio, condenándolos a muerte y encargando la ejecución a su funcionario de confianza llamado Máximo. Él partió a cumplir el castigo contra ambos hombres pero, contra todo lo esperable, quedó tan sorprendido por la fe de los conversos que decidió también tomar el bautismo y entregarse a Cristo. Esto enfureció al Prefecto y envió a ejecutar tanto a su funcionario como a los hermanos, siendo martirizados los tres en el Pago Triopius. Según las «Actas de Santa Cecilia», la joven viuda sepultó en una tumba cristiana a los ejecutados, identificándola con una efigie del ave fénix (símbolo del renacimiento, vida eterna), antes de comenzar a ser acechada por las mismas autoridades romanas.

Finalmente, la propia Cecilia fue capturada, poco después, para ser ejecutada. Es aquí donde comienzan a aparecer los prodigios sobrenaturales de la muchacha.

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ACTUACION AINHOA ARTETA

El Orfeón Leonés, tiene el gusto de anunciarles que el próximo 26 de Noviembre, Ainhoa Arteta actuará en el Auditorio Ciudad de León a las 20.30 horas.

Tendremos el gran honor de acompañarla en algunas piezas y esperamos que disfruten del espectáculo.

Las entradas se pueden adquirir de la siguiente forma:

Platea, 40,00€ en la Clinica dental del Doctor Cruz de Juan, en horario de trabajo.

Anfiteatro, 35,00€ y parte trasera del escenario 30,00€ en la taquilla del Auditorio Ciudad de León

(Ainhoa Arteta Ibarrolaburu; Tolosa, 1964) Soprano española. Menos conocida en España que en el exterior, su debut como primera figura de la ópera tuvo lugar en Palm Beach (Estados Unidos) en 1990; desde entonces ha desarrollado una intensa carrera en el ámbito internacional.

Su afición a la música se inició cuando a la edad de cinco años escuchó por vez primera un disco de Maria Callas. Pronto empezó a cantar en un coro que su padre, educado en un convento y profesor de escuela, había formado en Tolosa. Tras completar su formación en el Conservatorio de San Sebastián, a la edad de dieciocho años se trasladó a Mantua, Italia, donde recibió clases de estilo con el mismo profesor de Luciano Pavarotti y de Mirella Freni. Hacia 1987, y gracias a una beca de la Diputación Foral de Guipúzcoa, viajó a Estados Unidos. Allí permaneció tres años estudiando técnica de interpretación en el Actor’s Studio de Nueva York.

El primer reconocimiento internacional lo consiguió en 1989 al ganar el concurso del Opera Music Theater de Nueva Jersey. Un año después, en 1990, se presentó por primera vez como cantante de ópera en Palm Beach, Estados Unidos, en la ópera La Cenicienta, de Rossini. En 1991 tuvo su gran oportunidad internacional cuando interpretó en Austria, por sustitución, el personaje de Violetta Valéry en La Traviata. En esta primera etapa cantó también en el Carnegie Hall de Nueva York junto con Plácido Domingo y Dolora Zajick. Después de presentarse dos veces al premio Audiciones para Cantantes Jóvenes del Consejo Nacional del Teatro Metropolitan de la Ópera de Nueva York, consiguió uno de los galardones en el tercer intento en abril de 1993. Al mes siguiente ganó también el Primer Concurso Internacional de Voz de Ópera Plácido Domingo, que tuvo lugar en de la Ópera de París; en esta ocasión, en la que interpretó La Traviata, también ganó el premio del público.

Tales éxitos marcaron el inicio de una brillante trayectoria no exenta de polémicas. Puede decirse que desde entonces existe una tajante división de opiniones respecto de sus dotes para interpretar, sobre todo, las grandes obras de Verdi o Mozart, autores que forman parte de su repertorio habitual. Plácido Domingo se convirtió en valedor de su carrera y la invitó a colaborar con él en conciertos en España, Estados Unidos, Brasil, Francia, Turquía, Alemania y Austria. De hecho, el aval incondicional del tenor español le abriría las puertas del Royal Opera Covent Garden de Londres en 1999. Ese mismo año, en la temporada de ópera de Las Palmas de Gran Canaria, debutaría con el papel de Julieta en la célebre ópera de Charles Gounod, basada en el Romeo y Julieta de Shakespeare.

Casada con el barítono estadounidense Dwayne Croft, reside en Nueva York desde 1998. De los primeros diez años de su carrera cabe destacar las actuaciones en Graz (Austria), Monterrey (México) y San Sebastián, en los papeles de Violeta (La Traviata) y Oscar (Un ballo in maschera), así como sus trabajos en Gran Bretaña con la Scottish Opera como Micaela (Carmen), en Madrid como Doña Elvira (en la zarzuela La Canción del olvido) y en Nueva Jersey como Gilda (Rigoletto). En 1999 le fue concedido el premio de la Hispanic Society of America por su contribución a las artes.

Algunos problemas de salud estuvieron a punto de retirar definitivamente de la ópera a la soprano guipuzcoana a mediados de 2003. Pero en junio de 2004 volvió a los escenarios tras nueve meses de baja médica. En 2005 ofreció su primer concierto en África, en la sede del Instituto Cervantes de Argel. También debutó en escenarios destacados como El Arena de Verona, el Festival de Ópera de Munich y en el Musikverein de Viena (2006). En la Ópera de Berlín estrenó mundialmente la ópera Dulcinea. Cantata-Fantasía para un caballero enamorado el 15 de mayo de 2006.

Aunque también se ha paseado por un buen número de teatros españoles, como los auditorios de Madrid, Oviedo, Las Palmas y Sevilla, hasta 2009 todavía no había cantado en los dos escenarios más importantes de la península, el Teatro Real de Madrid y el Liceo de Barcelona. Quizá sus directores esperaban una mayor maduración de su carrera, ya que Ainhoa Arteta pertenecía a lo que se dio en llamar la nueva generación «fotogénica» de grandes cantantes de ópera. Algunos especialistas cuestionaban la ductilidad del timbre de su voz y la falta de resolución técnica en la parte grave del registro; también se discutía el uso en exceso efectista, aunque diestro, del legato y los pianissimi. Su debut en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona tuvo lugar finalmente en junio de 2009, en una interpretación de la ópera Turandot de Giacomo Puccini que mereció el aplauso del público y el reconocimiento de la crítica.

Fuente: biografiasyvidas.com

CUATRO DÉCADAS DE OFICIALIDAD DEL HIMNO A LEÓN

Conocido y asumido popularmente, el Ayuntamiento de la capital lo institucionalizó en marzo de 1978, siendo alcalde Óscar Rodríguez Cardet

Un coro interpreta el himno de León./
              El Orfeón Leonés interpreta el himno de León. 
 
ELENA F. GORDÓN

Ni el autor de la letra, el abogado y periodista leonés José Pinto Maestro (1893-1952), ni el compositor de la música, Odón Alonso (1900-1977), llegaron a ver cómo el Himno a León se convertía en el himno oficial de la ciudad poco después de fallecer el músico bañezano. Tuvieron que pasar más 44 años desde su estreno -y de la dedicatoria que ambos hicieron del mismo tanto al Consistorio como a la Diputación- para que el Ayuntamiento de la capital lo adoptara como propio.

El pleno celebrado el 16 de marzo de 1978, siendo alcalde Óscar Rodríguez Cardet, reconoció institucionalmente el mérito de una composición asumida y popularizada mucho tiempo atrás, a la que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) dio el lunes 10 de abril el reconocimiento formal -en el ámbito municipal- que los leoneses le otorgaron casi medio siglo atrás.

El estreno tuvo lugar en julio de 1934 durante la celebración del quinto centenario de las Justas de Suero de Quiñones de Hospital de Órbigo, y la interpretación corrió a cargo del Orfeón Leonés. Odón Alonso fundó en 1941 la Banda Municipal de León, que lo adaptó con los arreglos correspondientes, y propició su presencia en actos y celebraciones. Es la banda sonora de todo tipo de eventos en tierras leonesas y traspasa fronteras para servir de recuerdo y exaltación ‘del amor al terruño’ en cualquier punto del planeta.

La puesta de largo del himno ya oficial de León tuvo lugar el 1 de octubre de 1978 en la plaza del Grano, tras la llegada de los carros engalanados que festejaban a San Froilán. El Orfeón Leonés, dirigido por Luis Samartino, acompañado de la banda de música, lo interpretó. También lo grabó la orquesta y coros de RTVE dirigidos por Odón Alonso, hijo del autor de la música, para favorecer su difusión.

Pero el himno que arranca con un rotundo ‘Sin León no hubiera España’ y que llegó para quedarse pudo haber sido otro. Según se explica en ‘protocolo.org’, en 1903, con motivo del segundo centenario del Padre Isla, el Ayuntamiento anunció la convocatoria de un premio dotado con 125 pesetas para disponer de la música de un himno leonés. Al parecer, la convocatoria fue cancelada, aún cuando ya existía una letra preparada, obra de Benito Blanco.

Las mismas fuentes señalan que dos sacerdotes, Uriarte y Zorita, habrían compuesto la letra y música de una Marcha de la Ciudad que entregaron al Ayuntamiento y que se dio por recibida en enero de 1940 y otra propuesta de Salvador Ibarra llegó cinco años y medio después sin que tampoco fructificase su adopción.

Trompeta y tambor

La ciudad de León no aprobó como oficial un himno hasta 1978 pero la música como símbolo de identificación de la misma estuvo presente desde varios siglos antes. Así, en el siglo XVI ya se citaba como “antigua” la existencia de una marcha o diana de caballería que se interpretaba con trompeta y tambor en la fiesta de la Virgen de agosto. Otras muchas marchas pudieron sonar después hasta la llegada de la que ‘hace asomar a los labios el corazón para gritar’: ‘Viva León, Viva León!’.